En la temperatura está la clave para la correcta conservación de la máscara de pestañas. Siempre debe quedar muy bien tapada y en espacios donde no haga demasiado frío ni calor.
Si tu rímel está un poco seco, puedes agregarle unas gotas de tónico facial y mezclar bien.
Además, sube un poquito la temperatura del producto antes de aplicarlo… pero sólo un poco. Dale calor poniéndolo entre tus manos un par de minutos antes, y verás cómo no habrá más grumos en tus pestañas.